domingo, 4 de diciembre de 2016

CANTAR DEL DESTIERRO


" El refugiado sale de Madrid, a Valencia va encaminado,
allí deja su hogar,yermo y desheredado,
con lágrimas en los ojos muy fuertemente llorando
la cabeza volvía y quedábase mirando.
Su gran hogar, desalojado,
la tristeza en el alma no había acabado,
pues su casa, atrás había quedado.
La pena que lleva en su corazón,
apenas había comenzado,
pues sus recuerdos en el pasado se hallaron.
De menos echará a su antigua vida,
pues su infancia había terminado,
por aquellos hombres, que su país bombardearon.
A sus padres animó,
mientras ellos, lágrimas derramaron.
Por un destino incierto, que ninguno había  planeado."

2ª parte: el viaje

Cogí las primeras cosas que vi en mi pequeño cuarto e hice mi maleta. Mi madre me avisó de que a las dos de la mañana emprendíamos el viaje, ya que lo mejor era salir en cuanto antes.
Llegó el momento y todos subimos al coche cada uno con sus maletas. Pasaron dos minutos y estuvimos todos en silencio, mirándonos. Lo que más pudo conmoverme fue la mirada de mi hermana pequeña abrazada a su conejo de peluche. Recuerdo  que mientras recogía mis cosas, los ojos se me humedecían. Comenzaron a pasarme momentos por la cabeza en los cuales me visualizaba con mis amigos, feliz, y sonrojada al salir de clases o en el recreo; recordaba también los momentos de risas hasta no poder más que tuve con mi madre, con mi hermana pequeña, no sé, con mi gente. Y admito que es ahí cuándo derramé una lágrima  al pensar que todo eso que andaba en mi memoria no volvería ha pasar nunca más.

En mi maleta metí una muda de ropa, un juego de ropa interior, mi móvil y su cargador, un pequeño marco con mis amigos, mi diario y tres libros. Uno de ellos era " Fernando el temerario" que estábamos leyendo en clase y en este largo viaje, pensé que algo podría entretenerme. El segundo era el de "Las cenizas de Ángela "
ya que es mi libro favorito y no quería desprenderme de él.
Y por último, el segundo libro que nos teníamos que leer para el instituto.

Podía notar el nerviosismo que tenía mi madre en el cuerpo, le temblaban las manos en el volante del coche.
Aumentaron más los nervios cuando a unos metros de nosotros, en la carretera, había un control de vehículos dirigido por la guardia civil. Los cuales podían detenerte y arrestarte cuando les viniera en gana. Mi madre decidió bajarnos del coche e intentar acabar el viaje a pie.
Anduvimos cien metros y, aunque se dice pronto, estuvimos  seis horas más de las planeadas por lo que nuestra llegada se había retrasado un poco más. Cuando finalmente llegamos al puerto de Valencia, vimos rápidamente a la amiga de mi madre que nos iba a ayudar  con la huida. Con la huida de nuestro país bombardeado.


1 comentario:

  1. Tienes que unir todas las estrofas (recuerda que los cantares de gesta se escribían en tiradas con la misma rima en todos los versos). Además, debes unir los versos que no riman con los siguientes (CORAZÓN, VIDA, ANIMÓ) y que sean un solo verso y así se cumplirá también lo que te he señalado entre paréntesis. Echo de menos en la primera parte que expliques algún recuerdo.

    Muy bien el resto. Buen trabajo Alejandra.

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