sábado, 19 de noviembre de 2016

mi pequeño gran diario


DIARIO DE UNA REFUGIADA

Querido diario: 

Me gustaría escribir en ti las cosas que siento ahora mismo, no sé con quién hablar , no sé a quién acudir, y sinceramente no se ni qué hacer. Han pasado ciertos días desde que me siento así, pero empezaré por el principio, como se suele hacer.

No se me olvidará, nunca ni un solo segundo desde que comenzó todo, yo volvía de las clases a las dos y veinte de la tarde como todos los días, en mi casa me esperaba mi familia, mi querida familia, esperando por mi para comenzar a comer. Bueno, hasta aquí todo bien ¿verdad? una vida como otra cualquiera de una chica quinceañera.
Al terminar el día, después de pasarme unas horas estudiando, y estar un rato con mis amigos, llegué a casa y me fui a dormir para prepararme para el siguiente día de mi vida, para mi, un día normal como otro cualquiera.

 Recuerdo que en vez de levantarme aquel maldito despertador rojo, unos estruendos comenzaron a sonar. Toda mi familia somnolienta se levantó de la cama asustada, entre ellas, mi hermana de cinco años.
Yo ni siquiera sabia de donde venían los ruidos. En aquel momento mi madre empezó a gritar diciendo que seguro eran ellos pero, ¿ellos?¿ ellos quienes? ¿Quiénes venían? ¿Qué estaba pasando?
La casa se iba cayendo a pedazos y los escombros se veían por toda la calle. Todas las familias estaban aterrorizadas y con niños en brazos. Yo jamás había visto semejante cosa igual, y al escribirte esto hoy, que ya han pasado algunos que otros días, se me pone la misma piel que se me puso la vez que lo vi, la vez que vi semejante cosa.



mis primeras palabras...


MIS PRIMERAS PALABRAS

Mi madre me ha contado que mi primera palabra fue, para referirme a una de mis muñecas favoritas, y la decía: ñeca.
Siempre que yo pedía mis ñecas nadie me entendía y un día me empezaron a preguntar que ¿Qué eran las ñecas? y yo empecé a señalar a mis muñecas para que me las dieran y a partir de ahí se dieron cuenta que me refería a ellas. 

                      LAS LETRAS DE MI INFANCIA

De algo que yo sí que recuerdo es de que mi padre, antes de irme a la cama, todas noches me leía uno de mis cuentos favoritos. Lo que sí que no recuerdo es de el nombre de ese libro.
Recuerdo que no pasaba una noche en la que mi papá no me leyera aquel libro, y aunque yo me lo supiera de "pe a pa". No me cansaba de él.
Mi madre no era mucho de leerme libros, al menos que yo recuerde.
Ella era más de contarme pequeñas historias inventadas en cualquier momento del día.

       LAS PALABRAS DE MI GENERACIÓN

Hoy en día hay algunas palabras que no acabo de entender muy bien la verdad, pero yo suelo decir algunas expresiones cuando me enfado o me cabreo con alguien como por ejemplo "hermano" o "loco" para referirme a cierta persona. 



  

sábado, 5 de noviembre de 2016

                                                    
MIS PRIMERAS PALABRAS

  Mi primera palabra fue "papa", y no era por llamar a mi padre si no para que me dieran la comida, ya que mi madre siempre me decía:
"venga vamos para darte la papa".  A raiz de ahi comence a hablar un poquito más, luego empecé a decir "ñeñas" y nadie entendia lo que quería decir menos mi madre, que sabía que estaba pidiendo mis muñecas. 


LAS LETRAS DE MI INFANCIA 

Cuando era pequeña, antes de irme a dormir,
 mi padre me leía cuentos de princesas que eran los que más me gustaban y mi madre me cantaba nanas de Cuba, porque ella es de allí y eran las únicas que se sabía.

Me encantaban las películas de "Ariel la sirenita" y me podía pasar toda la tarde viendo una y otra vez esa película. 

Desde los 5 años hasta los 11 años mas o menos me sabia de pe a pa cada una de las letras de todas las canciones de " Pimpinela" literalmente, todas. Me encerraba en mi cuarto e interpretaba las Lucía Galán y Joaquín Galán hasta que me daba la noche.

No tengo ningun video en el que salga yo cantando o algo de eso pero tengo en la memoria todavía todos esos recuerdos
     
      LAS PALABRAS DE MI GENERACIÓN

Las palabras que uso normalmente con mis amigos pueden ser:" no te rayes"( que quiere decir que no se coman la cabeza por algo).
También uso algunos motes, claro eso si, cariñosos. Y cuando cojo algún que otro cabreo suelo decir "loco" para expresarme a esa persona la cual le estoy hablando.