viernes, 3 de marzo de 2017

Coplas a la muerte de mi madre.


"Nuestras vidas son los ríos
 que van a dar en la mar,
que son el morir..."
           
 ¿Alguna vez habéis sentido tal impotencia de no saber ni qué hacer? ¿ De pensar que ya no hay nada por qué luchar, ni por qué seguir en esta vida? ¿ alguna vez os habéis planteado desaparecer? Os estaréis preguntando el por qué de mis palabras, pero creedme, hablo enserio. Jamás olvidaré ese día. El peor día de todos.

Empezaré contándoos el momento en el que, en aquella barca desamparada y sin lugar para un mismísimo alfiler, nos miramos mi madre y yo, pensando de alguna manera el paradero de nuestra situación.
          
                                             "Los estados de riqueza,
                                                que nos dejen a deshora
                                             ¿Quién lo duda?
                                             No les pidamos firmeza,
                                             pues son de una señora
                                                que se muda,
                                        que bienes son de Fortuna..."

Recuerdo las nauseas que nos entraban a mi hermana pequeña y a mí al estar completamente mareadas por las olas enormes que golpeaban con fuerza la barca desamparada.
Nunca había sentido tantísimo miedo, estábamos totalmente a oscuras, el único calor que teníamos era el de nuestro cuerpo, si es que manteníamos el calor. Creo que ni a mi más enemigo le pondría en la situación en la que tuvimos que estas nosotras, a la espera de que por un gran golpe de suerte saliéramos de allí en pocos minutos, pero yo deje de creer en eso llamado "suerte" hace mucho tiempo. 

"contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerta
tan callando..."

Las olas comenzaron a golpear con más rabia, la barca tambaleaba de un lado a otro sin cesar, y más de una ocasión tuve que agarrar a mi hermana del brazo porque si no aquellas olas las llevaban consigo mismas.
En aquel momento de desesperación en la que varios componentes de la barca cayeron a ese mar profundo, oscuro y extenso; escuché los gritos de una voz que me sonaba bastante conocida, lo que me llevó a girarme en cuestión de milésimas de segundo y, algo que congeló mi sangre y me dejó paralizada, fue ver que aquella voz venía de mi madre que se iba sumergiendo en aquel mar profundo, oscuro y extenso. Os aseguro que no hay peor dolor en la vida que vivir sin aquella persona que te había dado la misma.

Mi hermana comenzó a llorar como nunca la había visto mientras gritaba
"¡¡ Mamá!!" Mi cuerpo seguía paralizado y sólo recuerdo que sentí un vacío enorme dentro de mí, sentí como que ahora definitivamente había acabo mi vida, o al menos eso deseaba yo. Después de llorar lágrimas y lágrimas estuve en shook sentada en lo que quedaba de barca con la gente que había sobrevivido al oleaje. Lo único que me mantenía con vida era pensar que ahora era yo la que tenía que sacar adelante a la vida de mi pequeña hermana por si sola, si no llega a estar ella, os aseguro que ahora mismo estaría con mi madre donde Dios quisiese.

" Sus grandes hechos y claros no cumple que los alabe pero siempre recordare a aquella mujer dispuesta a todo, recordaré todos los momentos, aquellos como las veces que calmó mi llanto en madrugadas, aquellos como todas las veces en las que confiaba en mí como en nadie, aquellos en los que siempre sentí que estaba ahí, y que lo está."

"No dejó grandes tesoros, ni alcanzó muchas riquezas pero para mi siempre será una mujer perfecta, el pilar de mi vida, que sostenía mi felicidad, y llevándose con ella su vida. jamás entendí el valor tan alto que tenía en mi vida hasta que la perdí de golpe. Cierta parte de mi mente piensa que fue culpa mía, si yo llego a girarme antes quizás la podía haber ayudado en subir a la barca, pero el destino está escrito, y así quiso mi suerte, aquella en la que dejé de creer hace mucho tiempo."


                                                                        "y aunque la vida perdió
dejónos harto consuelo
su memoria."


Empecé a tener la sensación de que todo a mi alrededor daba vueltas y vueltas, comencé a marearme y a tener una angustia en el cuerpo cómo si fuera desplomarme en un segundo. Si os digo la verdad no recuerdo nada más desde ese momento. En mi cabeza solo recuerdo la imagen de tres hombres llamándome y poco a poco ir despertándome, en cuanto empecé a retomar el conocimiento me subieron a una camilla junto a mi hermana pequeña y nos llevaron a una furgoneta cargada de algunos más que habían llegado a la orilla de aquel mar profundo, oscuro y extenso.

Pregunté a dónde era que nos llevaban, pregunté y pregunté, pero solo me miraban y no respondían. Supongo que no entendieron mi idioma por lo que di por seguro que estábamos en un país diferente, y un poco más a salvo.

"cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado
da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor."